Cuando empezábamos esta nueva década, todos creíamos que sería nuestro año, nuestra década.

Y pues sí, lo será si logramos sobrevivir a esta pandemia; sobreviviremos si los procesos que hoy nos quitan tanto tiempo se perpetúan digitalmente.

El mundo cambió y la forma de hacer las cosas también y aunque suene cliché, los efectos los veremos en un par de años.

Pero ¿cuál es la actuación correcta de la industria aseguradora en tiempo de pandemia?

Lo correcto a veces está distante de lo bueno o de lo óptimo y viceversa.

Pero lo que sí es muy cierto es que todos los clientes recordarán en el futuro a la aseguradora que estuvo con ellos en el momento más difícil de su vida, y a esa le re comprarán y la recomendarán.

Ese top of mind no lo logra solo el equipo de marketing más poderoso sino la buena experiencia que en tiempo de pandemia viva el cliente.

Reinventarse seguirá siendo el reto diario de todas las industrias y la del aseguramiento está haciendo una labor titánica y admirable: en menos de 30 días movieron sus operaciones a la casa de sus empleados y salieron de su zona de confort como nos ha tocado a todos.

Lo mejor de este proceso ha sido ver que si se podían hacer todos los procesos digitales.

¿Y los clientes?

Estos sí que han cambiado, sus prioridades cambiaron, su vida cambió, la incertidumbre es el pan de cada día.

Sus enfermedades cambiaron, ahora no solamente necesitaran terapia física para los dolores de espalda por las malas posturas de teletrabajo sino terapia psicológica para lograr asimilar todo esto.

Ojalá el sistema de salud privado funcione en la post guerra o post pandemia y no tengamos decepciones de esas que nunca pensamos que podríamos tener.

Afortunadamente la industria aseguradora en el planeta ha sobrevivido varias guerras mundiales, pandemias, guerras económicas y esta no será la excepción.

Sobrevivirán aunque el resultado financiero este muy comprometido, ojala todas soporten y no tengan que ser liquidadas.

Lo que no debería pasar es que los clientes tomen decisiones equivocadas de cancelar sus coberturas, y exponer el patrimonio que por toda la vida han construido.

Pero también necesitamos que las compañías desarrollen buenas soluciones para salvar a los clientes. Todos somos iguales en medio de esta pandemia pero no todos están asegurados, ¡esa es la diferencia!.