No sé si estar feliz o triste porque se acabó el 2020; tengo mis genes Santandereanos revueltos.
Hemos vivido en carne propia de cerca o de lejos esta horrible enfermedad del Covid 19; he visto con mis propios ojos como algunas personas se han tenido que ir de este mundo y otras por la divina misericordia de Dios y por su seguro de salud o prepagada han salvado sus vidas.
También con mucha tristeza he tenido que despedir amigos cercanos que no tomaron la decisión de asegurarse a tiempo y su EPS hizo lo que pudo y hasta donde pudo, esa es la verdadera importancia de estar bien asegurados; tener el seguro y ojalá no usarlo y no necesitarlo.
El 2020 fue el inicio de una nueva historia que viviremos; el futuro es hoy es por eso no podemos dejárselo al azar.
He tenido tantos pensamientos en mi mente dándome vueltas, he pensado qué pasa por la cabeza de un ser humano que tiene unos ingresos por encima de 2 millones de pesos y no compra un seguro de salud que cuesta $150.000 mensuales; qué pasa por la cabeza un ser humano que se gana cinco o 10 millones de pesos de salario y no tiene un seguro de vida que puede costarle 50.000 mensuales y que pasa por la cabeza un ser humano que se gana 1.300.000 pero si tiene el seguro de su carro activo.
Esta pandemia nos enseñó y nos sigue enseñando que lo realmente importante es nuestra familia, el patrimonio que hemos construido con nuestro trabajo y nuestros hijos, lo demás se acaba en un abrir y cerrar de ojos.
Pienso también en aquellos empresarios de pymes o pequeños empresarios que se quebraron y tuvieron que cerrar sus puertas y no tenían un seguro desempleo. ¿Cuál es el miedo que le tenemos a estar bien asegurados? ¿Cuál es la tara mental o psicológica que nos dejaron nuestros antepasados para mantenernos alejados del aseguramiento? ¿Qué tenemos que hacer en el 2021 y en los años que vienen para entender que los mejores pesos que nos gastamos en un mes son aquellos que nos guardan y protegen nuestro futuro que bien incierto si es?
Pero lo más seguro que tenemos en la vida es morirnos y muchos ni el plan exequial han comprado. A veces siento coraje por que se pueden prevenir muchas desgracias, se pueden prevenir muchos desastres familiares, se pueden prevenir muchas pérdidas económicas que sufren las personas y las familias por no estar asegurados.
Han partido tantos seres humanos en el mundo y han quedado tantos niños huérfanos sin padres con su futuro desprotegido, tantas mujeres viudas sin el ingreso de ese esposo que mantenía su casa, tantas familias destruidas económicamente porque su sustento económico murió de Covid, tantos clientes cancelando sus seguros por que no tienen cómo pagarlos, pero si se fueron de vacaciones.
Empeñan su futuro por pasar un presente agradable y divertido. Esto nos tiene que sacudir desde la forma en que tomamos nuestras decisiones de asegurarnos. O cambiamos o nos Cambian.
¡Feliz y Saludable 2021!